La piel es un órgano más de nuestro cuerpo. Como los pulmones o el corazón, ¡y tan importante como ellos!
Recubre toda la superficie de tu cuerpo para cumplir funciones tan importantes como:
- Protegerte frente al medio externo.
- Servir de barrera contra infecciones.
- Regular la temperatura corporal.
- Controlar el intercambio de sustancias con el medio exterior.
- Con estas funciones tan importantes, comprenderás que mantener la piel en perfecto estado de hidratación es, no sólo una cuestión estética, sino también de salud.
Tu misión especial para este verano es conseguir una piel sana y fuerte. Y tienes suerte, porque si consigues una piel sana, tendrás además la piel más bonita, lisa y suave que nunca.
¿Cómo afecta el verano a tu piel?
Con la llegada del calor, cambiamos nuestra vida y nuestros hábitos ¡y qué bien nos viene!
Pasamos más tiempo al aire libre, tomamos baños de sol, baños de mar, baños en la piscina….
Con toda esta vorágine de días felices de sol al borde del mar, tu piel sufre por las altas temperaturas, la exposición al sol, la sequedad del aire acondicionado, los productos químicos de la piscina, la sal del agua del mar…A esto sumamos los productos de ducha que también son a veces agresivos con la piel.
Todas estas circunstancias se alían para provocar en tu piel:
- Mayor pérdida de agua desde las capas internas por evaporación. La piel se deshidrata, y se produce falta de elasticidad y flacidez.
- Alteración de la barrera hidrolipídica que protege la epidermis. Más sequedad, irritación, tirantez, picor y descamación.
- Formación de radicales libres por la radiación ultravioleta. Se acelera el envejecimiento cutáneo.
La importancia de hidratar tu piel en verano
¿Cómo hay que hidratar la piel en verano?
La primera: hidrátate desde dentro, bebe suficiente agua. ¿La cantidad que debes beber? depende de otros factores como la dieta, la temperatura ambiental, humedad, etc. Una cantidad adecuada podrían ser 3,7 litros de agua al día para hombres y 2,7 litros para mujeres. De esta cantidad, tienes que tener en cuenta que un 20 – 25 % proviene de los alimentos (frutas, verduras, sopas) y un 75 – 80 % de bebidas.
Aprovecha el verano para consumir muchas más frutas y verduras. Son ricas en agua y vitaminas. Además contienen cientos de antioxidantes naturales que te ayudarán a luchar contra los radicales libres.
Cosméticos hidratantes
Los más adecuados son las emulsiones ligeras, de aceite en agua, porque se extienden fácil y se absorben muy bien. Aportar desde el exterior agua y grasas a la piel es fundamental para restaurar la barrera hidrolipídica y evitar la pérdida de agua por evaporación.
Ingredientes hidratantes que debes evitar
Vaselina, siliconas y aceites minerales.
Estos ingredientes tienen su efecto hidratante por oclusión. Forman un film sobre la piel que no deja que el agua de tu piel se evapore.
Pero cuando desaparecen, ocurre un efecto de compensación o efecto rebote. Es como si la piel intentara vengarse de nosotros por haberla taponado y comienza a perder agua a una velocidad aún mayor.
El resultado final es deshidratación y sequedad. Sientes tu piel tirante y lo que haces es repetir la aplicación varias veces al día. ¿Te suena? ¿Has sufrido en tu propia piel el efecto rebote? Pues ya sabes, es culpa de estos ingredientes “hidratantes”.
Ingredientes hidratantes imprescindibles
Aceites vegetales como aceite de germen de trigo, jojoba, oliva, girasol, avellana, onagra, argán, aguacate, etc. Los ácidos grasos poliinsaturados de estos aceites recuperan la barrera lipídica de tu piel y te protegen de la deshidratación sin efecto rebote. Además son emolientes y dejan la piel lisa y suave. Para nota: que sean vírgenes y ecológicos. Porque de esta forma te beneficias de todos sus componentes en estado puro, ya que no han sido sometidos a procesos de refinamiento.
Ingredientes hidratantes: glicerina, alfahidroxiácidos, urea, ácido hialurónico, extractos vegetales de frutas como la granada, manzana, melón o kiwi.
Antioxidantes: imprescindibles para compensar los daños oxidativos en las células de la piel. Aquí entrarían todos los extractos vegetales con polifenoles como centella asiática, mimosa, té verde, granada, etc. También la vitamina C y la vitamina E,
En los cosméticos hidratantes especiales para después del sol también se incluyen ingredientes calmantes y regeneradores, como caléndula, manzanilla, regaliz, bisabolol…
Rutinas de hidratación
Para la piel de la cara:
Limpieza diaria dos veces al día, mañana y noche.
Protección solar todos los días.
Si tienes la piel seca o notas que el protector solar no es lo suficientemente hidratante, utiliza debajo del protector solar una crema o sérum hidratante.
Por la noche, refuerza tu piel con cremas antioxidantes para compensar el daño solar.
Exfoliación periódica, dependiendo de tu tipo de piel.
Y te vendrá genial utilizar una mascarilla hidratante una vez a la semana, siempre adecuada a tu tipo de piel.
Para la piel del cuerpo:
Hidrata la piel del cuerpo todos los días después de la ducha. Repite la hidratación si has ido a la piscina, playa, o has estado tomando el sol.
Utiliza protección solar en las zonas expuestas al sol.
Realiza una exfoliación corporal una vez a la semana para eliminar las células muertas y favorecer la regeneración de la piel.
Dúchate con agua templada, no demasiado caliente. ¡Anímate!, estamos en verano y hasta se agradece. El agua caliente deshidrata más tu piel.
Hay zonas de tu cuerpo que tal vez necesiten aporte extra de hidratación, como senos, abdomen o glúteos. ¿por qué no una crema especial más nutritiva o incluso reafirmante para estas zonas?
Las piernas pueden sufrir mucho por el calor: se hinchan y las sientes pesadas y doloridas. Utiliza una crema especial piernas pesadas, con extractos que mejoren la circulación y refrescantes. ¡Y no olvides las duchas de agua fría!
Recuerda:
Hidratación desde dentro + Hidratación desde fuera con cosméticos hidratantes naturales.
Protección solar alta.
y muchos Antioxidantes.
Consigue una piel sana….
Y siéntete bien en tu piel.